Relaciones

Relaciones entre homínidos y carnívoros en el registro arqueológico

Mordisco de carnívoro superpuesto a marcas de corte

En los yacimientos pleistocenos, existe una amplia gama de modelos intermedios entre los cubiles más puros y los campamentos antrópicos que ponen de manifiesto la existencia de contactos entre homínidos y carnívoros. Retomando la discusión clásica que planteaba relaciones de competencia constantes no sólo por las presas, sino también por los lugares de hábitat, esta diversidad de relaciones puede reducirse a cuatro modelos principales:

a) los homínidos como carroñeros de los restos acumulados por los carnívoros, tanto en sus lugares de caza como en sus cubiles,

b) los carnívoros como carroñeros de los restos acumulados por los homínidos en sus refugios o campamentos y,

c) los carnívoros como presa de los homínidos.

Desde el punto de vista arqueológico, el tercer modelo suele ser el más habitual. Por contra, algunos de los trabajos antiguos relacionados con el modelo 2 han sido revisados recientemente y las interpretaciones iniciales cuestionadas. El modelo 4, sin embargo, es difícil de comprobar sobretodo en cronologías antiguas. No obstante, se han publicado algunos casos recientes en los que se plantea la caza ocasional de grandes carnívoros en cronologías antiguas y donde se demuestra la capacidad humana para enfrentarse con éxito a estos predadores. Desde esta perspectiva, es necesario evaluar los distintos tipos de contactos que se establecen entre los grupos humanos y los carnívoros durante la Prehistoria, su constancia o regularidad y la influencia que pudieron tener en fenómenos de comensalismo o de domesticación de algunas especies, como es el caso de los lobos hace alrededor de 30.000 años.

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Cubiles de carnívoros: pasado y presente

Coevolución homínidos-carnívoros